Los resultados de este estudio indican que debilitar o repeler el estándar salarial prevaleciente de Ohio es improbable que le ahorre dólares a los contribuyentes. De hecho, una política más débil incrementaría las cargas de los contribuyentes a medida que disminuyen los ingresos de los trabajadores de la construcción y se incrementa su confianza sobre la asistencia pública. En última instancia, una ley más débil significa menos recursos para el entrenamiento de aprendices en este sector de rápido crecimiento, menos trabajo para las empresas de Ohio y los trabajadores de Ohio, e impactos generales negativos en la economía de Ohio.